Humectación de la piel del bebé

Su piel tiene características muy especiales que la hacen muy sensible, por eso necesita productos especiales que la cuiden como cremas, jabones e incluso pomadas. Es importante que sepas cómo debe ser la humectación de la piel del bebé.

 

Su piel es 5 veces más delgada que la tuya, no puede cicatrizar o regenerarse tan rápido como la de un adulto, es por eso que las lesiones tardan más en sanar, por ejemplo las rozaduras o los rasguños.

 

Al ser una piel inmadura, no están activas todas las glándulas sebáceas; el sebo que producen tiene funciones importantes, como mantenerla humectada evitando la salida de agua de su piel y también tiene actividad antiséptica, lo que evita la proliferación de virus, bacterias, hongos o parásitos, sobre todo si ésta se encuentra lesionada.

 

El mecanismo de barrera física de la piel del bebé es incierta, por lo que puede absorber algunas sustancias o eliminar agua a mayor velocidad que en un adulto.

 

Dado lo anterior, es necesario que cuides la piel de tu bebé con las siguientes recomendaciones:

 

Mantenlo hidratado a través de la ingesta de leche materna o fórmula láctea. Si el bebé es menor de seis meses, no deberá dársele agua, té, ni ninguna otra bebida. Después de los seis meses, si es necesario, puede tomar agua entre comidas.

 

No lo bañes con agua excesivamente caliente, el calor elimina el sebo humectante de su piel, dejándolo expuesto a un daño mayor. Usa jabón exclusivo para bebé, así evatarás daño y resequedad.

 

Después del baño sécalo bien con una toalla absorbente, hazlo dando pequeños toquesitos, no la frotes sobre su piel porque lo puedes lastimar.

 

Usa ropa adecuada a la estación en que se encuentren, en verano elige de algodón que favorecerá la ventilación y se sentirá más fresco. En frío, deberás ponerle prendas que mantengan el calor de su cuerpo y que permitan la evaporación del sudor.

 

Es necesario usar cremas o pomadas a base de óxido de zinc en concentraciones menores, que además de formar una barrera física eviten el contacto con sustancias agresoras, refuercen la capacidad humectante de la piel, evitando que su piel se dañe y si ya está irritada favorezca su rápida cicatrización.

 

No se recomienda el uso de aceites ni de lociones con aroma ya que pueden aumentar el daño a la piel.

 

Si tu pequeño presenta reacciones alérgicas a ciertas pomadas, lo mejor es suspender su uso y consultar con el pediatra.

 

¿Cómo cuidas la piel de tu bebé?

 

Fuente:

Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002301.htm