Reflujo en él bebé

 Una de las preocupaciones más frecuentes de las madres primerizas con su bebe, es la condición llamada “reflujo”, que es como se le denomina al reflujo gastroesofágico, condición que se presenta en más del 50% de los niños en edad lactante y que desaparece entre los 12 y 14 meses de edad. Si no se resuelve, es necesario un tratamiento por el pediatra, quien, a su vez instalará un tratamiento basado en diversos ejercicios y medicamentos que ayudarán al control de la enfermedad. 

Sin embargo, la mayoría de los recién nacidos regresan una parte de la leche que tomaron y esto se debe a una inmadurez de un esfínter ubicado entre el esófago y el estómago, el cual, cierra el paso del alimento hacia el estómago, sin embargo, su cierre no es tan fuerte, causando el regreso de la leche hacia la boca, y al exterior de esta. Su duración es menor a tres minutos. Se diferencia del vómito, al no requerirse un esfuerzo muscular importante y se presenta únicamente en minutos posteriores a la ingesta de leche materna o de suplementos lácteos. 

Las causas que favorecen la aparición o, frecuentes episodios de regurgitación son: el aumento de la cantidad de alimento dado al bebe, usar un chupón de mamila más grande que favorezca la entrada de mayor cantidad de aire hacia el estómago, acostarlo inmediatamente después de alimentarlo, abrazar fuertemente al bebe cuando está lleno y cuando damos palmaditas fuertes y constantes en la espalda del bebe al sacarle el aire. 

Aunque la mayoría de los bebes que regurgitan no tienen ninguna molestia, es necesario identificar los siguientes síntomas para diferenciarlo de un padecimiento mayor: la salida abrupta por boca del alimento ingerido poco tiempo después de alimentarlo, sin que haya un esfuerzo; cólicos constantes; presencia de tos, sin que haya padecimientos respiratorios; pérdida de peso, hipo persistente, dificultad para deglutir alimento. 

Si tu bebé padece esta condición, realiza los siguientes consejos para disminuir los episodios o espaciar las crisis: 

  • Mantén en posición semisentada a tu bebe al amamantarlo o al darle su biberón 
  • Dale una menor cantidad de alimento y disminuye el tiempo entre ingesta e ingesta 
  • Si es posible, usa una almohada antirreflujo, la cual tiene forma de cuña, con una porción más gruesa y una más delgada. La parte delgada queda en la espalda y la gruesa en la cabeza del bebé. 
  • Usa un colchón antirreflujo, en el cual acostarás a tu bebé con la cabeza en la parte más gruesa y los pies en la zona más delgada
  • Saca el aire del estómago de tu bebé, dando palmadas suaves y firmes hasta que eructe 
  • Si le das alimento con biberón, usa un chupón con válvulas que eviten la entrada de aire, aunque suelen ser más caros, al paso del tiempo será una buena inversión
  • Si los síntomas no desparecen o no disminuyen, acude con tu pediatra, te ayudará a controlar la condición que padece tu bebé. 

Y recuerda acudir a su revisión médica mensual, donde tu pediatra te asesorará en el cuidado de tu bebe, y si tienes más dudas al respecto, aprovecha para que sea él quien te las aclare.