Consejos para cambiar el pañal y aliviar las rozaduras de bebé

Cuando pensamos en todos los cuidados del bebé, cambiar el pañal al bebé no parece ser una tarea difícil, sin embargo si llega a serlo, sobre todo cuando somos mamás primerizas y nuestro bebé sufre rozaduras de la piel, ya que se requiere una gran destreza, paciencia y, sobre todo, soportar aromas no muy agradables.

 

Un niño recién nacido necesita que le cambien el pañal entre ocho o diez veces al día, por lo que te damos el paso a paso, recomendado por mamás y abuelitas, de cómo cambiar el pañal al bebé y aliviar las rozaduras:

  • Revisa constantemente si ya se orinó o se hizo popó
  • Si ya está sucio, recuesta al bebé en una superficie suave, colocándolo encima de una cobijita o una toalla y, de ser posible, entretenlo con un juguete
  • Toma los tobillos de tu bebé y levanta las piernitas para evitar que ensucie la cobijita o toalla, o que se siga  ensuciando con el pañal; retira el pañal  sucio de forma pausada, enróllalo sobre sí mismo y pégalo con las cintas adhesivas
  • Sin bajar las piernitas, ten a la mano una bandeja con agua tibia y lávale con delicadeza y muy bien la zona cubierta por el pañal, si es posible, con jabón neutro
  • Al acabar de limpiar las pompis de tu bebé, mantenlo sin el pañal, unos diez minutos para favorecer la ventilación y que no queden residuos de  humedad
  • Unta una ligera capa de crema a base de óxido de zinc, como Hipoglos, para aliviar las rozaduras.
  • Evita utilizar talcos, polvos o sustancias no indicadas para las rozaduras
  • Una vez utilizada la crema a base de óxido de zinc, no la dejes al alcance de tu bebé
  • Coloca el pañal limpio y ajústalo sin apretar demasiado, recuerda que el resorte puede irritarle la piel

Para mayor seguridad de tu bebé, procura siempre utilizar pañales de la talla adecuada

La tarea de cambiar el pañal al bebé no es algo que imaginamos como un momento placentero cuando vamos a ser mamás primerizas, pero recuerda que al cambiar el pañal tenemos una oportunidad de interactuar con nuestros pequeñines.