Desde que el bebé nace, papá y mamá lo involucran con las demás personas a su alrededor, con las visitas para conocerlo, cuando van al médico e incluso con los demás pequeños de la familia. Los primos son los primeros amigos de la infancia, en fin, comenzará a convivir con otros niños.
Además de la estimulación temprana que le dan al bebé en cada juego y momento juntos, él debe aprender a relacionarse con las personas que lo rodean porque son esas situaciones las que harán que sea más sociable conforme vaya creciendo.
En los primeros días en casa, hay ciertas reglas que los visitantes deben seguir, la más importante es hacerlo por periodos de tiempo cortos. El pequeño y tú deben descansar lo más que puedan.
La mejor forma de empezarlo a relacionar es con otros niños un poco más grandes que él, en caso de que haya un hermanito mayor, deben pasar el mayor tiempo posible siempre y cuando sepa que no deben haber juegos bruscos porque su hermanito es un bebé y lo puede lastimar.
Aunque no siempre hay un ambiente infantil en casa o todos los días, lo recomendable es que hagan reuniones familiares siempre que puedan, así tú hijo se acostumbrará al ruido y juegos de los demás niños. Conforme pasen los meses, él querrá ser parte de las aventuras de sus primos, eso lo animará a gatear y después caminar.
Alrededor de los 6 meses, los niños se vuelven exploradores y quieren conocer todo lo que los rodea, previo a una estimulación temprana para la coordinación de sus movimientos, el niño podrá moverse por la casa con facilidad y tratará de imitar los juegos de los demás pequeños.
Tu pequeño necesita libertad para ir de un lado y el otro, pero necesita tus cuidados y la seguridad de que todo estará bien. Las relaciones con las demás personas forjarán su carácter, si está en contacto con otras personas, será un pequeño independiente y lleno de ganas por conocer el mundo, aunque los primeros meses sea de la mano de mamá y papá.
¿Cómo es la personalidad de tu hijo?
Fuente:
Bebés y más