Pierde el miedo a cortarle las uñas a tu bebé

Uno de los momentos más atemorizantes cuando tienes a tu bebé recién nacido en casa, es pensar en cortarle las uñas.

Pero esos deditos tan delicados, frágiles y tiernos están coronados por unas uñas que —aunque son suaves—, son capaces de producir rasguños en su cara o lastimarla. Incluso hay bebés que nacen con las uñas de un tamaño considerable como para cortarlas de inmediato.

Así que haz de tripas corazón y aprende cómo cortar esas uñitas antes de que crezcan lo suficiente para volverse un riesgo. El temor de las madres primerizas al intentar cortar las uñas de sus bebés es que, al moverse demasiado y sin control, les produzcan una lesión en la piel o un corte más profundo de lo necesario, lastimando sus pequeños dedos.

Por eso, hay quienes sugieren que el momento más propicio para hacerlo sin correr ese tipo de riesgos, es cuando tu bebé esté muy relajado o de preferencia profundamente dormido. De esta manera, dispondrás del tiempo y la paciencia necesarios para hacer el corte de uñas de manera segura, así que ármate de precisión, delicadeza y ejercita tu motricidad fina, así como tu pulso firme y ponte manos a la obra.

Cuando el bebé esté más grande, una técnica utilizada por padres y madres es hacerlo en pareja (uno lo sostiene y otro le corta las uñas) o empleando distractores para que el bebé no se percate de la situación y se resista haciendo movimientos bruscos.

Si el sólo hecho de pensar en realizar esta maniobra te provoca mucho nerviosismo, tú también debes relajarte momentos antes, o tu propio estado de ansiedad hará que cometas algún error. Otro buen consejo para bebés de cualquier edad es hacerlo después del baño, pues las uñas se reblandecen, facilitando su corte.

¿Con qué deben cortarse?

Por higiene y precisión, lo más recomendable es utilizar un cortauñas especial para recién nacidos o unas tijeritas especialmente diseñadas para tal fin, ambos de venta en supermercados y farmacias.

Pero no te asustes, las tijeras a las que nos referimos son pequeñitas y tienen las puntas redondeadas, de modo que son seguras. Y ojo, lógicamente nunca deben dejarse al alcance de los niños pequeños.

Cualquiera de los dos instrumentos que utilices deben estar limpios y secos, y reservarlos para el uso exclusivo de tu bebé. Evita siempre utilizar cortauñas o tijeras para adultos.

Otros aspectos

La frecuencia con la que se realiza el corte de uñas es diferente en cada bebé, pero el promedio es una vez a la semana para las uñas de las manos, y cada dos o tres semanas para las de los pies.

Cada corte de uñas es una ocasión propicia para que revises el buen estado de salud de las uñas de tu bebé: éstas deben ser rosas y transparentes y, al igual que con los adultos, la parte que crece o sobresale del dedo, es más clara o blanquecina. Cualquier cambio o variación en su forma, textura o color, debes comentarla con su pediatra.

El corte más adecuado y seguro es el recto o cuadrado, pues de esta forma se evita la “encarnación” de uñas que en ocasiones propicia el corte redondeado.

Al término del corte de uñas, cerciórate de sacudir bien la ropita de tu bebé para asegurarte de que no hayan quedado fragmentos atrapados entre su ropa y que puedan lastimarlo.

Si por alguna razón —totalmente ajena a tu voluntad— cortas por accidente parte de la piel de tu bebé, no te alarmes, colócale una gasa estéril para detener el sangrado y valora la necesidad de llevarlo con su pediatra. De ninguna manera le pongas una bandita ni cinta adhesiva, pues además de que este tipo de lesiones requieren ventilación, la costumbre de los bebés y niños pequeños de llevarse los dedos a la boca puede provocar que se atragante con la cita o bandita.

Esperamos que estos consejos te hagan perder el temor a cortarle las uñas a tu pequeño bebé y que con el tiempo se convierta en una práctica rutinaria sin ningún tipo de sobresaltos.